Informe Técnico: Control Salmonellas zoonóticas

Entre las infecciones que afectan a las gallinas, pocas tienen una repercusión comercial tan significativa como son las intoxicaciones por salmonella. Las cepas más recurrentes de interés en salud pública son la Salmonella Enteritidis y la Salmonella Typhimurium. Aunque no enferman a las aves, sí pueden ser parásitos silenciosos dentro de ellas.

El control y erradicación de una salmonella zoonótica es compleja, exigiendo acciones en áreas tales como la bioseguridad, la inmunización y la alimentación de las aves.

En términos de bioseguridad, algunas medidas claves son:

• Mantener en buen estado las mallas pajareras para evitar el ingreso de aves silvestres a los pabellones.

• Lavarse y desinfectarse las manos cada vez que se ingresa al pabellón.

• Utilizar correctamente los pediluvios. Se debe quitar el barro de los zapatos para posteriormente sumergirlos en el desinfectante por al menos 30 segundos.

• Controlar vectores frecuentes, tales como roedores, monitoreando la efectividad del plan de control con periodicidad y hacer ajustes en caso de ser requerido.

• Mantener el orden y aseo dentro de los pabellones.

En materia de inmunización existen vacunas que conviene integrarlas a los programas vacunales de los planteles. Básicamente, se utilizan dos tecnologías:

• Vacunas vivas: Deben ser aplicadas desde el primer día seguida de, al menos, una segunda dosis alrededor de las 6 semanas. Generan una fuerte inmunidad en mucosas.

• Vacunas inactivadas: Se aplican en una o dos dosis con 4 semanas de distancia una de la otra. Elevan los anticuerpos sistémicos protectores, complementando el funcionar de las vacunas vivas.

Ambas tecnologías tienen alternativas monovalentes (solo S. enteritidis) o bivalentes (S. enteritidis y S. tiphymurium) que deben ser evaluadas considerando los riesgos que se esté dispuesto a asumir y al hecho de que no existe una fuerte protección cruzada entre cepas.

El factor humano en el manejo de la vacunación, y no sólo la vacuna en sí, es determinante dado que, de no ser bien aplicada, se genera una falsa tranquilidad en el control del riesgo.

En lo que respecta a la alimentación de las aves, se debe controlar la calidad microbiológica de los alimentos. Se debe realizar un correcto protocolo de limpieza de la fábrica de alimentos, incluyendo su interior y alrededores.

Por otro lado, es conveniente trabajar en la selección de los proveedores de materias primas, descartando ingredientes de alto riesgo. Además, es conveniente el uso de bactericidas. Estos pueden ser de aplicación directa en el alimento, o bien, de acción indirecta en éste, al hacerlo en el intestino de las aves. Sea cual sea el producto que se elija, debe tener un respaldo de efectividad en las dosis indicadas.

Mantener esta enfermedad lejos de los consumidores es un compromiso que debe ser asumido responsablemente por cada avicultor.

Nelson Aguilar Vera
Asesor Técnico Chilehuevos